lunes, 27 de junio de 2011

Visibilidad

Zemos98 es un equipo de trabajo que investiga, programa y produce contenidos relacionados con educación, comunicación y creación audiovisual y basa su estrategia de difusión en el audiovisual integrado, la educación expandida, la comunicación en beta, la experimentación narrativa y la innovación en software y hardware. 

Como colectivo interesado en todos los mundos creativos que giran en torno a Internet, las estrategias de comunicación de Zemos98 son variadas y se basan en la creación de material audiovisual que documenten sus actividades, difusión de estos a través de Internet, publicación de dvd y libros, blogs de sus miembros, etc.

Dada su actividad y su concepción de la gestión cultural, Zemos98 desarrolla una identidad digital poliédrica, fruto de las numerosas trazas que va dejando en la red. Puesto que la comunicación es su objeto de trabajo y forma parte de la rutina de la organización en su conjunto y de sus personas en particular, esa “identidad digital” se convierte en “diversas identidades digitales” que fluyen y se influyen mutuamente a lo largo del tiempo.
Zemos98 despliega en lo digital gran parte de su actividad “natural”. En el plano interno, apoyan la gestión de sus proyectos en herramientas como las wikis, yammer (un servicio de microblogging de uso privado en organizaciones), listas de correo, calendarios compartidos u ofimática web colaborativa. Hacia fuera, utilizan de forma habitual los blogs y las redes sociales en Internet. Para mantener una coherencia, han desarrollado protocolos para organizar este torrente de información.

Con toda esta actividad (digital) han creado la marca Zemos98, en torno al festival (presencial), que en 2011 ha celebrado su decimotercera edición. Es un proyecto consolidado que genera identidad y prestigio. En cierta manera, es un gran proyecto de proyectos que concentra, en el espacio y en el tiempo, un elevado número de actividades culturales. Desde 2005 han adoptado la estrategia de dar a cada edición un tema central que proporcione identidad: “Inteligencia colectiva”, “Más allá de la televisión”, “Fuera de control”, “Regreso al futuro”, “Educación expandida” y “Microbios, seres vivos diminutos”. De esta forma, el festival se convierte también en un argumento de experimentación activa que ayuda a desarrollar Zemos98 mediante la interacción con otros agentes del ecosistema cultural. El festival actúa como escaparate de lo que puede hacer Zemos98 y aglutina a buena parte de los satélites que se mueven libres en torno a su planeta, así como a la ciudadanía, con la que se pretende establecer relaciones de mutua influencia.

Uno de los grandes aciertos de difusión de Zemos98 es haber comprendido desde el principio la posibilidad de cercanía y de comunicación de tú a tú que proporcionan las nuevas tecnologías. En esta nueva etapa, los medios de comunicación masiva están dejando paso a una comunicación más personalizada. El público demanda esa atención y Zemos98 ha sabido dársela. Además de la web corporativa, algunos de los miembros del colectivo escriben en blogs personales artículos relacionados con las temáticas de sus proyectos, con lo que consiguen dar a dichos proyectos un aire más próximo. Lo mismo ocurre con algunos de sus participantes como @preescolar, @abrelatas, @pedrojimenez o @rubendiaz que son muy activos en Twitter y tienen numerosos seguidores que los identifican como miembros de este equipo y como referencias en los temas de educación y TIC, cultura libre, videoactivismo, radioactivismo y otras líneas de trabajo de Zemos98.

La difusión 2.0 de Zemos98 es realmente muy buena y considero que deben seguir por ese camino, siempre a la vanguardia, siendo coherentes con sus contenidos y sus ideas. Pero quizás para incrementar su difusión digital, deberían mirar atrás y expandirse a la difusión analógica a través de los medios de comunicación tradicionales. Esto repercutiría a su vez en su reconocimiento digital y ayudaría al mismo tiempo a hacer más populares los términos en torno a los que Zemos98 trabaja, como procomún, remezcla, creative commons, etc. En este sentido me parece una muy buena idea el documental "Copiad Malditos!: Derechos de autor en la era digital" coproducido por TVE.

Micromecenazgo

Nuestra apuesta sería conseguir financiar proyectos abiertos para evidenciar que además de abiertos estos proyectos pueden ser sostenibles e incluso rentables. El modelo elegido de financiación sería el micromecenazgo para poner en marcha la infraestructura necesaria, si bien buscaríamos también otros tipos de financiación más tradicional (pública, patrocinio, publicidad) sin perder, eso sí, la naturaleza del proyecto.

Puesto que nuestro proyecto es susceptible de crecer, la financiación la plantearemos por etapas en función de su escalabilidad, a lo largo de toda la vida del proyecto. Es decir, segmentaremos el proyecto en diversas fases que ir cumpliendo mientras se genera valor. Gracias a esta división se puede incluir el máximo número de aportaciones posibles a lo largo de la vida. El modelo de escalabilidad es propio de las startup, empresas que generan un producto para aplicarlo a un servicio. Sus beneficios crecen exponencialmente pero el gasto de producción permanece.

El micromecenazgo es el reflejo de un cambio del modelo de creador, productor y consumidor cultural. Por lo que para tener éxito en un proyecto financiado de este modo es fundamental conseguir que el público se interese tanto por mi proyecto como para involucrarse y convertirse en productor. Y para lograrlo debemos implicarlo desde el inicio del proyecto, tenemos que hacerle partícipes de este proceso de conversión de idea en proyecto. Hay que conseguir crear una comunidad entorno a nuestro proyecto para que perdure en el tiempo. Debemos tener siempre presente que este tipo de proyecto nace con un compromiso previo: el respeto a su público, que deja de ser un consumidor anónimo para convertirse en un miembro de la comunidad que desarrolló el proyecto. El público deja de ser un consumidor pasivo y el creador lo hace partícipe del proceso creativo, logrando que se sienta implicado con su contribución, no sólo económicamente.

Para un proyecto abierto de este tipo también es indispensable plantear una autoría abierta y distribuida con el espectador, abriendo el proceso de creación a la intervención de la comunidad. De este modo, el micromecenazgo no es sólo un mecanismo de financiación, sino que se convierte en una filosofía de recuperar el concepto de cultura compartida.

Si queremos que nuestro proyecto tenga éxito, el factor que no debemos olvidar nunca es la transparencia. Resulta imprescindible que el público pueda seguir toda la evolución de creación y puesta en marcha del proyecto. Muchas de las plataformas de crowdfunding existentes en la actualidad inciden en la transparencia y la claridad como factores de éxito y como requerimientos de su propia red de individuos o instituciones. 

Teniendo en cuenta las premisas expuestas, considero que la plataforma de financiación colectiva distribuida que mejor se adapta a nuestro proyecto es Goteo, pues combina microfinanciación, copyleft y sostenibilidad y busca crear comunidad más allá de buscar patrocinios. Defienden proyectos orientados a procesos de participación que apuesten por el beneficio colectivo, más allá de recompensas individuales, Goteo se orienta a “recompensas procomunes”.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/semana-15-financiacion-20.html

martes, 7 de junio de 2011

Para gustos los colores

Internet y el entorno digital han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. El modelo de distribución basado en la teoría de Pareto: pocos productos para un público masivo, está dejando paso al modelo distributivo de la economía de la larga cola: muchos productos para un público selectivo. La reducción del coste de almacenamiento y distribución permiten que ya no sea necesario focalizar el negocio en pocos productos, sino que se pueda aumentar la oferta. 

Chris Anderson asegura que Internet es un medio que revoluciona el modo de consumo gracias a que la tecnología ahorra costos de almacenaje y de distribución de algunos productos. "Internet es el primer mercado infinito de la Historia, un lugar en el que se puede vender todo y para todos sin importar cuánto ocupa o dónde está el comprador".

Gracias a las nuevas tecnologías y a Internet ha surgido una cultura de la diversidad donde aparecen nuevos modelos de negocios que se enfocan en vender pocos productos a muchos compradores. Esta es la esencia de la nueva economía de la larga cola. Se acaba con la homogeneización del público y se apuesta por la diversidad de gustos. Ahora existe suficiente espacio para ofrecer de todo, a todos.

Con la distribución online estamos dejando atrás la economía de la escasez para entrar en un mundo de abundancia. La capacidad ilimitada de elegir está revelando lo que el consumidor quiere y cómo lo quiere y sobre todo está quedando claro que el consumidor quiere más. Por ello, la mayoría de negocios de éxito en Internet (como el caso paradigmático de Amazon) se basa en agregar estelas largas: “nichos, nichos y más nichos”. Mientras que los grandes distribuidores por volumen continúan con su estrategia de productos “estrella” para llegar a un gran público. 

Considero que igual que los modelos orientados a nichos de mercado se están valiendo de los “grandes éxitos” como gancho publicitario, los distribuidores tradicionales irán, sino cambiando su modelo, al menos valiéndose de las ventajas de Internet y la reducción de costes que supone para aplicarlo a su modelo de negocio. Ambas pueden convivir en este período de transición de la era analógica a la digital en el que nos encontramos. Lo importante es ir adaptándose e ir sacando partido a las nuevas herramientas. El negocio tradicional, si quiere sobrevivir, debe aprovechar las oportunidades del incipiente negocio por Internet.
"Además hay que tener en cuenta el beneficio cultural obtenido al permitir que llegue una mayor diversidad al público y que éste sea finalmente liberado de un siglo de limitaciones impuestas por la distribución física y de la tiranía de los grandes éxitos". Chris Anderson
http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-14-distribucion-en-la-red.html

martes, 31 de mayo de 2011

Encontrar, experimentar, compartir

La relación de CAMON con su público está basada en una interrelación directa y constante, bien virtual o bien física. Un método para hacer participar activamente al público es el de permitir que se registren y de esta manera puedan publicar post en el blog, votar lo que más les guste, crear grupos, proponer actividades, etc. Es decir, CAMON crea una comunidad prosumidora, que produce y consume contenidos.

Una de las bases fundamentales de esta relación con el públio es su idea de BeLearning. CAMON entiende el aprendizaje como un fenómeno estrechamente ligado al ser y al estar. Cualquier actividad nos proporciona un conocimiento, sobre todo, si es uno mismo el que la descubre (encuentra), la practica (experimenta) y la comparte con los demás. Así es como aprenden los niños a “vivir”: encontrando, experimentando y compartiendo. Por eso precisamente CAMON da mucha importancia al aspecto lúdico del aprendizaje, pues como los niños, los adultos también aprenden jugando.

CAMON exige la participación directa de los usuarios, sin ella no tiene sentido. El proyecto está creado en torno al público. Es un proceso en el que los destinatarios pasan a convertirse en creadores. El público (PROSUMIDOR) produce y consume los contenidos, tanto del espacio físico como del digital. El prosumidor no es un consumidor pasivo, sino un creador de contenidos, un generador de ideas y conceptos que son consumidos por él mismo y por otras personas con las que tiene un interés común. Si bien es cierto, que es una producción y un consumo en cierto modo dirigido, pues no se trata de cualquier contenido, sino de aquel acorde con el espíritu de la organización.

Otra de las características del prosumidor es que no actúa en soledad, sino que forma parte de una red de creación que supera los límites disciplinares y organizativos. En torno a CAMON se constituye una red abierta de creación con múltiples tipos de usuarios diferentes. La institución trata de involucrar a la ciudadanía no especialmente inclinada hacia la tecnología, integrando de este modo un importante componente educativo. Como hemos señalado antes, el proceso de aprendizaje es una característica intrínseca de CAMON. 

CAMON = BeLearning = crear · interactuar · enriquecer · participar · ampliar · impulsar · acceder · descubrir · actuar · compartir

sábado, 28 de mayo de 2011

Continuará...

Lo que deben hacer las ciudades es pensar en atraer creatividad y que ésta interactúe con lo local y no se centre en la compra del talento: Hay que cambiar el sistema y desarrollar políticas estratégicas, que escapen de lo momentáneo y perduren en el territorio”. Alfons Martinell.
La elección de las ciudades sede de la bienal Manifesta no es al azar. La organización huye de los grandes centros de arte contemporáneo y elige ciudades periféricas que no destaquen por su movimiento artístico; por ello es muy importante no dejar pasar la oportunidad de generar perdurabilidad de los resultados en ese entorno local. Convertir estos espacios en ciudades creativas.

La organización debe realizar con los actores locales una verdadera evaluación de las necesidades culturales de la sociedad local para proponer proyectos que solucionen esas carencias, de modo que tenga sentido su perdurabilidad. Se debe implicar (de verdad) a artistas, asociaciones, empresas, administración, etc. locales. Y se les debe implicar desde el inicio, desde la elección de la ciudad. Que tengan voz y voto. Se podrían presentar todos los proyectos en Internet y que la gente opine y debata sobre la mejor opción.

Para implicar a los artistas locales debe combinarse la invitación y la convocatoria abierta, para generar propuestas para contextos específicos, que ellos conocen mejor que nadie. Los podría presentar en Internet y también que el público opinase sobre ellos y eligiese los que creyese más oportunos. La idea es crear un comisariado abierto y compartido.

También sería interesante incluir el espacio público entre los espacios expositivos y que algunas de las obras creadas para la ocasión se cediesen a la ciudad. Es una manera de que el arte se apropie de las zonas comunes. Ayudados por la administración local el arte contemporáneo debe tener un protagonismo creciente en los espacios públicos con obras e intervenciones artísticas interactuando con los ciudadanos de a pie. 
Otra idea que considero fundamental es la de no generar la perdurabilidad solo en el entorno local, sino también en el entorno global: en Internet. Sería interesante colgar fotos, vídeos, textos, etc. sobre las obras realizadas e incluso sobre el proceso de creación de las mismas, para implicar al público en todo el proceso del bienio. 


Manifesta comprende una serie de actividades que se extiende durante dos años e incluye reuniones, debates, seminarios, publicaciones y otras actividades, celebradas en distintas zonas de Europa y las regiones vecinas y que culmina en la exposición final. Sería pues interesante que los resultados de dichas reuniones, debates y seminarios se publicasen en la web, para compartir los temas que se han debatido y las distintas visiones sobre dichos temas. Visto que Manifesta es un proceso, sería muy interesante hacer partícipe al público global y al local de dicha construcción. Durante los dos años se debe trabajar on-line, sacándole partido a Internet como foro público, para ir, entre todos, creando y apropiándonos del siguiente Manifesta. 

viernes, 20 de mayo de 2011

Reticencias a la democratización de la cultura

El sector “profesional” de la cultura ligado a la industria cultural tradicional ofrece resistencias a los nuevos modelos de producción de proyectos culturales. Esto puede deberse a una infinidad de motivos, en esta entrada vamos a tratar solo algunos de ellos.

La industria cultural teme que la “democratización” de los procesos de producción les haga perder las ventajas y beneficios que obtienen con el producto cultural tradicional.
“La inmaterialidad de la producción contemporánea contrasta con la tradicional concepción objetual del sistema del arte, que necesita de la fisicidad de la obra artística para que toda su estructura y mapa de relaciones tenga sentido”. [Producción artística y Copyleft en el nuevo entorno digital, por Natxo Rodríguez Arkaute]
Hay muchos roles clásicos en la industria cultural, como el productor, el editor, el sello discográfico, que están viendo cuestionada su funcionalidad y esto, como es comprensible, ha nadie le gusta. Sólo algunos de ellos están teniendo la inteligencia para ver que no es una cuestión de ser o no ser necesario. No hay que ser, hay que “hacerse” imprescindible y adaptarse a los nuevos roles necesarios en este nuevo modelo de producción.

Los creadores, por su parte, temen perder el control sobre su obra, a parte de no cobrar por su derecho de autor. 
“La tecnología digital y su aplicación a la red de Internet facilitan una disolución progresiva del concepto de autoría tal y como se entendía hasta ahora, por lo que los creadores tradicionales tienen recelo a perder el control sobre sus obras”. [Producción artística y Copyleft en el nuevo entorno digital, por Natxo Rodríguez Arkaute]
De todas formas, la cultura siempre ha estado en crisis. Solo unos cuantos grupos de música triunfaban, solo unos cuantas películas eran rentables, etc. De hecho, no sé porqué se llaman “industrias” culturales, pues la mayoría sobrevive gracias a las subvenciones. Y ahora han encontrado un demonio al que echarle la culpa de su crisis en lugar de ver las ventajas que Internet y las nuevas tecnologías les pueden aportar. Confío en que poco a poco comprendan lo que se han estado perdiendo.

martes, 17 de mayo de 2011

¿Sin descargas?

La llamada “ley Sinde” es un apartado de la ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, dedicada a la regulación de webs y a la protección de la propiedad intelectual. Fue aprobada en el Congreso el 15 de febrero de 2011 gracias al apoyo que PP y CiU brindaron al gobierno, después de diversas negociaciones.
Esta ley se encuentra dentro del marco de actuación que la Eurozona está aplicando para sus gobiernos respecto a la regulación de Internet. Y es apoyada y promovida además por EEUU, como confirman los cables publicados en Wikileaks.

El Congreso aprueba leyes que benefician a la sociedad. Veamos a qué sociedad en este caso:
Por una parte está la industria cultural representada por la Coalición de Creadores, formada por entidades como la Sociedad General de Autores (SGAE), la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA) y la Asociación de Productores de Música de España (Promusicae).
Ligadas a esta industria encontramos a diversas figuras del panorama cultural español, como Alejandro Sanz, Fernando Trueba o Eduardo Noriega. Más de 150 escritores, entre ellos Almudena Grandes, Rosa Montero, Juan José Millás, Ángeles Caso, Elvira Lindo, Fernando Savater y Enrique Vila Matas, firmaron un manifiesto por el Copyright, en el que señalan que “Internet debe ser un medio libre y neutral, pero eso no quiere decir que no deban existir reglas en su administración y que pueda conservar la impunidad quien las infringe”. 

Los principales argumentos a favor de dicha ley son los siguientes:
  • Descargar contenido protegido por derechos de autor sin su consentimiento es ilegal porque así lo dice la Ley de Propiedad Intelectual, si bien no es delito porque no encaja dentro de lo establecido en el Código Penal, que exige que la conducta tenga ánimo de lucro. Tampoco es la intención del Parlamento que esta conducta se castigue con cárcel.
  • La Ley Sinde incorpora la participación de un juez en diferentes momentos del procedimiento estableciendo un sistema con garantías suficientes para alejar el peligro de la censura.

Desde la aparición en escena de esta Ley, numerosos colectivos formales e informales se han manifestado en contra.


Los partidos políticos que han mostrado una postura claramente contraria son Izquierda Unida, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos y el Partido Pirata. También se han pronunciado claramente en contra la asociación de consumidores Facua y el diario 20minutos, único medio de comunicación español en posicionarse abiertamente. 

Se ha generado un auténtico debate social, principalmente en la Red, y se han puesto en marcha campañas en contra de la ley, movilizaciones de la opinión pública y recogida de firmas. Periodistas, blogueros e internautas redactaron un manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, respaldado por miles de usuarios a través de las redes sociales. En dicho manifiesto se esgrime que “Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir”. Se critica principalmente que se sitúen los derechos de autor por encima de derechos fundamentales como el derecho a la privacidad.


Blogueros, periodistas, abogados, administradores de webs, y un largo etcétera de usuarios han criticado la iniciativa del Gobierno aduciendo muchas razones. En primer lugar, consideran que se trata de una ley que obedece a criterios empresariales y desatiende los derechos de los internautas, tal y como reclaman organizaciones de consumidores. Además, deja en una situación ambigua muchas prácticas de los usuarios de Internet, como la remezcla.

Los creadores llevan años quejándose de las condiciones abusivas de la “industria cultural” y de las sociedades de gestión. Escritores, músicos y cineastas se lamentaban de la miseria que les llegaba a ellos, los auténticos creadores, de los beneficios generados por los derechos de autor.



La tecnología e Internet les está ofreciendo una nueva forma de gestionar dichos derechos, más directamente. Es verdad que es un camino todavía incierto que debe estudiarse, pero al menos es otro camino. Y muchos autores han comprendido rápidamente que esta nueva realidad es una gran oportunidad de negocio.



Es lógico que las empresas productoras de bienes culturales y los propios autores exijan una ley que proteja su propiedad. Pero una ley no va a cambiar la realidad: la tecnología ha hecho fácil la copia y la distribución de los contenidos. Las empresas que viven de vender estos contenidos tienen que ofrecer algo más que copias y distribución si quieren sobrevivir.



Escoger licencias copyleft para proteger sus creaciones, supone para un músico no perder el control de los derechos que genere su obra, lo que sí ocurre cuando un autor se afilia a una entidad de gestión, siendo ésta la que pasa a ostentar la titularidad de sus derechos en todos los conceptos.


Álex de la Iglesia expone un argumento muy interesante: "De pronto descubrí que había muchos puntos en común [entre la industria cultural y los internautas]. Nadie estaba a favor del todo gratis, estaban de acuerdo en reconocer los derechos (y obligaciones) del autor frente a su obra, y a todos les parecía correcto buscar una manera ágil y eficaz de hacerlo. Yo, por mi parte, reconocí que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos".


También hay que eliminar el argumento de que la piratería está acabando con la “cultura”; está acabando (afortunadamente) con la “industria cultural” que conocemos, que beneficia solo a unos pocos. Dicha “industria” en lugar de quejarse, debería observar y aprender de los “piratas”, ya que ellos han comprendido que se puede hacer (o no hacer) negocio en Internet. Y no aferrarse a una ley que, entre otras cosas, es inviable.