lunes, 27 de junio de 2011

Micromecenazgo

Nuestra apuesta sería conseguir financiar proyectos abiertos para evidenciar que además de abiertos estos proyectos pueden ser sostenibles e incluso rentables. El modelo elegido de financiación sería el micromecenazgo para poner en marcha la infraestructura necesaria, si bien buscaríamos también otros tipos de financiación más tradicional (pública, patrocinio, publicidad) sin perder, eso sí, la naturaleza del proyecto.

Puesto que nuestro proyecto es susceptible de crecer, la financiación la plantearemos por etapas en función de su escalabilidad, a lo largo de toda la vida del proyecto. Es decir, segmentaremos el proyecto en diversas fases que ir cumpliendo mientras se genera valor. Gracias a esta división se puede incluir el máximo número de aportaciones posibles a lo largo de la vida. El modelo de escalabilidad es propio de las startup, empresas que generan un producto para aplicarlo a un servicio. Sus beneficios crecen exponencialmente pero el gasto de producción permanece.

El micromecenazgo es el reflejo de un cambio del modelo de creador, productor y consumidor cultural. Por lo que para tener éxito en un proyecto financiado de este modo es fundamental conseguir que el público se interese tanto por mi proyecto como para involucrarse y convertirse en productor. Y para lograrlo debemos implicarlo desde el inicio del proyecto, tenemos que hacerle partícipes de este proceso de conversión de idea en proyecto. Hay que conseguir crear una comunidad entorno a nuestro proyecto para que perdure en el tiempo. Debemos tener siempre presente que este tipo de proyecto nace con un compromiso previo: el respeto a su público, que deja de ser un consumidor anónimo para convertirse en un miembro de la comunidad que desarrolló el proyecto. El público deja de ser un consumidor pasivo y el creador lo hace partícipe del proceso creativo, logrando que se sienta implicado con su contribución, no sólo económicamente.

Para un proyecto abierto de este tipo también es indispensable plantear una autoría abierta y distribuida con el espectador, abriendo el proceso de creación a la intervención de la comunidad. De este modo, el micromecenazgo no es sólo un mecanismo de financiación, sino que se convierte en una filosofía de recuperar el concepto de cultura compartida.

Si queremos que nuestro proyecto tenga éxito, el factor que no debemos olvidar nunca es la transparencia. Resulta imprescindible que el público pueda seguir toda la evolución de creación y puesta en marcha del proyecto. Muchas de las plataformas de crowdfunding existentes en la actualidad inciden en la transparencia y la claridad como factores de éxito y como requerimientos de su propia red de individuos o instituciones. 

Teniendo en cuenta las premisas expuestas, considero que la plataforma de financiación colectiva distribuida que mejor se adapta a nuestro proyecto es Goteo, pues combina microfinanciación, copyleft y sostenibilidad y busca crear comunidad más allá de buscar patrocinios. Defienden proyectos orientados a procesos de participación que apuesten por el beneficio colectivo, más allá de recompensas individuales, Goteo se orienta a “recompensas procomunes”.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/semana-15-financiacion-20.html

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