martes, 7 de junio de 2011

Para gustos los colores

Internet y el entorno digital han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado. El modelo de distribución basado en la teoría de Pareto: pocos productos para un público masivo, está dejando paso al modelo distributivo de la economía de la larga cola: muchos productos para un público selectivo. La reducción del coste de almacenamiento y distribución permiten que ya no sea necesario focalizar el negocio en pocos productos, sino que se pueda aumentar la oferta. 

Chris Anderson asegura que Internet es un medio que revoluciona el modo de consumo gracias a que la tecnología ahorra costos de almacenaje y de distribución de algunos productos. "Internet es el primer mercado infinito de la Historia, un lugar en el que se puede vender todo y para todos sin importar cuánto ocupa o dónde está el comprador".

Gracias a las nuevas tecnologías y a Internet ha surgido una cultura de la diversidad donde aparecen nuevos modelos de negocios que se enfocan en vender pocos productos a muchos compradores. Esta es la esencia de la nueva economía de la larga cola. Se acaba con la homogeneización del público y se apuesta por la diversidad de gustos. Ahora existe suficiente espacio para ofrecer de todo, a todos.

Con la distribución online estamos dejando atrás la economía de la escasez para entrar en un mundo de abundancia. La capacidad ilimitada de elegir está revelando lo que el consumidor quiere y cómo lo quiere y sobre todo está quedando claro que el consumidor quiere más. Por ello, la mayoría de negocios de éxito en Internet (como el caso paradigmático de Amazon) se basa en agregar estelas largas: “nichos, nichos y más nichos”. Mientras que los grandes distribuidores por volumen continúan con su estrategia de productos “estrella” para llegar a un gran público. 

Considero que igual que los modelos orientados a nichos de mercado se están valiendo de los “grandes éxitos” como gancho publicitario, los distribuidores tradicionales irán, sino cambiando su modelo, al menos valiéndose de las ventajas de Internet y la reducción de costes que supone para aplicarlo a su modelo de negocio. Ambas pueden convivir en este período de transición de la era analógica a la digital en el que nos encontramos. Lo importante es ir adaptándose e ir sacando partido a las nuevas herramientas. El negocio tradicional, si quiere sobrevivir, debe aprovechar las oportunidades del incipiente negocio por Internet.
"Además hay que tener en cuenta el beneficio cultural obtenido al permitir que llegue una mayor diversidad al público y que éste sea finalmente liberado de un siglo de limitaciones impuestas por la distribución física y de la tiranía de los grandes éxitos". Chris Anderson
http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-14-distribucion-en-la-red.html

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